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GRD y Fondo de Ajuste por Tecnología: Un cambio de paradigma para la modernización del sector público de salud
Al cumplirse tres años desde la implementación del Fondo de Ajuste por Tecnología, Giselle Tutor, integrante del Comité de Políticas Públicas de ADIMECH, explica en qué consiste este instrumento de financiamiento de los hospitales públicos, el cual ha tenido un positivo impacto en el acceso a la tecnología, en la modernización del sector e, incluso, en reducción de tiempos de espera.
– El Fondo de Ajuste por Tecnología funciona en el marco de los Grupos Relacionados de Diagnóstico (GRD), lanzado por Fonasa en 2020. ¿Podrías explicar de que se trata este mecanismo?
Hoy entre un 60% o 65% de los ingresos de un hospital de alta complejidad vienen de GRD, mecanismo que financia a 68 recintos de este tipo. Es una nomenclatura internacional que se utiliza como registro clínico, la que permite consignar cuál es la real complejidad de atender un paciente y, en base a eso, reflejar cuál fue su costo, generando un incentivo a la productividad. Antes Fonasa pagaba siempre lo mismo por una cirugía, independiente de lo que costara atender a ese paciente. El precio estaba estandarizado. Hoy con GRD los pacientes quedan estratificados en distintos niveles, en virtud de las enfermedades concomitantes que traían al diagnóstico principal, pero también de las complicaciones que presentaron producto de la intervención que se les hizo. Con esto, por ese paciente complicado, una vez que reporte su egreso, el establecimiento va a recibir un poco más de dinero, ya que se entiende y reconoce que atenderlo requirió de un esfuerzo económico mayor.
Este cambio de paradigma trae una modernización al sector, porque incentiva a tener mejores registros clínicos, a incrementar la capacidad productiva de los establecimientos y a una mejor coordinación entre todas las áreas hospitalarias, de manera que la actividad clínica quede bien reflejada en el registro clínico y que esto tenga un espejo en el financiamiento.
– ¿Por qué se crea el Fondo de Ajuste por Tecnología y cuáles son sus principales beneficios?
Luego de un primer año de evaluación, se diagnostica que hay ciertas terapias, insumos, dispositivos, tecnologías o técnicas de alto costo que no quedan bien financiadas con el GRD, porque, aunque refleje mejor la realidad del paciente, la tecnología va evolucionando a una velocidad mayor que la de actualización de estos sistemas. Por eso el año 2021 Fonasa crea el Fondo de Ajuste Tecnológico, que trae recursos frescos para poder financiar esa tecnología. Durante el primer año consideró 5 tecnologías y progresivamente se ha ido incrementando, tanto en la cantidad de dinero como en número de terapias incluidas. Ha sido un espaldarazo tremendo para los hospitales públicos en cuanto a acceso a la tecnología, en modernización del sector e incluso en reducción de tiempos de espera, porque mucha de esta tecnología permite que los pacientes tengan una resolución más rápida, un alta precoz y, por lo tanto, eso libera también recursos críticos en el sector público, como las camas, los pabellones y los profesionales que apoyan toda la actividad quirúrgica.
– ¿Cuál es el rol de la industria de dispositivos médicos frente a estos cambios en los mecanismos de financiamiento?
Es fundamental que la industria acompañe estos procesos porque implican un cambio de paradigma, una transformación cultural y una modernización del sector muy grande. Siempre que el Estado hace un esfuerzo importante por aportar con fondos frescos para innovación y para mejorar el acceso de los pacientes, todos somos responsables de apoyarlo para que esta política pública realmente tenga una ejecución exitosa y sea sostenible en el tiempo. Desde el punto de vista ético, ahí tenemos un rol que jugar.
Además, como contamos con presencia en terreno y estamos muy cerca de los equipos clínicos, ahí tenemos una oportunidad de educar a médicos y a equipos clínicos, de crear instancias de conversación entre equipos administrativos, clínicos, unidades GRD, de manera de que todos comprendan el rol crítico que tienen en la implementación de esta política pública.