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¿Hacia dónde vamos?
Por Carlos Barona, director de ADIMECH
¿Qué queremos y hacia dónde vamos? Esa es la gran pregunta que nos hemos planteado en ADIMECH, luego de ya varios años de vida, periodo en el que hemos generado importantes avances en nuestro posicionamiento como gremio de dispositivos médicos en Chile. Definir nuestro norte como asociación para el próximo periodo 2022 es hoy un importante desafío, el cual nos moviliza y convoca para seguir creciendo en un contexto político-social en evidente cambio.
Desde sus inicios, ADIMECH estableció como su misión el aportar significativamente al bienestar de los chilenos, mediante productos innovadores, seguros y de calidad que impacten positivamente en la salud de las personas, bajo tres pilares estratégicos: Innovación y Acceso, Calidad y Seguridad, Transparencia y Ética. Durante estos años hemos avanzado en la promoción de la colaboración público-privada, teniendo como eje dichos pilares, sumado a un Código de Conducta y Ética asumido por todos nuestros asociados.
Es así como en la nueva etapa que se abre para la vida nacional, como asociación buscamos seguir aportando y colaborando con los distintos stakeholders del ecosistema de la salud, poniendo siempre al paciente en el centro de nuestro actuar.
En 2022 tenemos el reto de focalizar nuestra agenda estratégica, de manera de seguir profundizando en los temas más relevantes para el sector, generando así mayor impacto y valor a todo el sistema de salud. Es por ello que organizamos una Jornada de Planificación Estratégica, con el fin de alinear expectativas, definir prioridades y mejorar formas de trabajo de parte de todos los socios. Además, de generar un espacio de discusión y análisis sobre el presente y futuro de ADIMECH, la jornada fue un momento de reencuentro necesario para revivir el espíritu fundacional de nuestro gremio: la colaboración y la búsqueda del bien común, poniendo a los pacientes en el centro de nuestro quehacer.
Esta jornada presencial, tras casi dos años de reuniones virtuales producto de la pandemia, permitió potenciar una mística profundamente colaborativa, no solo entre los socios, sino que también con otros actores del sistema de salud chileno. También significó repensar nuestros objetivos estratégicos para el siguiente periodo, así como la guía de ruta para alcanzarlos. Ello significó, en la práctica, organizar grupos de trabajo para llegar con propuestas más específicas a la siguiente jornada.
Sin duda que es un proceso que nos demandará mucha energía y trabajo como asociados, pero que evidencia nuestro compromiso fundacional con el bienestar de los pacientes y el sistema de salud en su conjunto.